sábado, 2 de junio de 2012

Reflexión en el horizonte

Sentado en la arena viendo una puesta de sol
Puedo ver algo más allá de la estrella
Como una esperanza que se acerca
Que me abraza y me acaricia con su resplandor

A veces me pregunto si es que hay algo mejor
Algo dentro me responde, tal vez sí o tal vez no
Pero tengo una fuerte convicción en mi corazón
Que mi planteamiento no viene de la razón

Se dice que la esperanza es lo último que se pierde
Pero más que la esperanza, es la fe
Que día a día se extiende
Cómo los rayos de luz en el amanecer

Ser valientes y esforzados es lo único que se nos pide
Que hagamos las cosas lo mejor posible
No dejar nada a un lado sin concluir
No seamos cobardes, no debemos huir

Cuando a veces se agotan las fuerzas
Siempre hay una fuente que provee
Que muchas bendiciones posee
Y que nos ayuda en tiempo de muchas tormentas

Motivación personal

Esta es mi entrada número diecinueve y la verdad es que quise hablar de un tema especial, mi motivación para seguir hablando acá.
Como comentaba en una entrada anterior, estuve sin internet dos semanas enteras, solo unas vistas a las redes sociales rápidas algunos días en el colegio y ya, pero nada de escribir ni mandar mensajes, no existió la ocasión. Pero yo no me olvido de las cosas, de los proyectos y los sueños, por eso sigo por este medio compartiendo.
Les voy a contar porque estoy aquí, con 15 años compartiendo mi día a día y mi forma de ver la vida. Yo escribía poemas y cuentos en Facebook y etiquetaba a mis amigos más cercanos y a quienes yo pensaba y sabía que les gustaba leer y reflexionar un poco en la vida. Al principio yo escribía al amor, a la vida color de rosa como todo poeta (la mayoría) en sus comienzos, pero luego me volqué al rap, a la crítica social y mis poemas, letras y cuentos comenzaron a hablar de eso, con una cosmovisión cristiana de la vida, reforzando la moral y los valores básicos que están establecidos (y que por cierto comparto). Luego de un tiempo vi que las cosas brindaban frutos, que a la gente le gustaba y yo me sentía bien al compartir lo más relevante de mis días, lo que me parecía injusto y también lo que creo que debe mejorar nuestra sociedad, pero para qué limitarse a los amigos, hay más gente que necesita leer y que sigue sin saber muchas cosas, que no ha visto muchas cosas que yo y mis cercanos hemos visto y hemos compartido. Es así como decidí hace un par de meses abrir este blog y compartirles todo lo que he compartido.
Pero lo más reciente es hace un par de semanas, un día antes de quedarme sin internet, un amigo me dijo: "Desde ahora, todo lo que escribas, ya sean poemas o textos, escríbelos para la gloria de tu Padre, de Dios, porque no es necesario nombrar a Dios todo el tiempo para que tu motivación real sea él", eso para mí fue un gran consejo porque fortalece mi motivación y el hecho de seguir y no abandonar el blog.
Espero que tengan un buen fin de semana (que ya se va acabando) y que esta semana que viene sea provechosa y todas sus metas y planes sean cumplidos.
Saludos y hasta la próxima!

lunes, 28 de mayo de 2012

Sentimientos y amistad

Hace un tiempo (que quizá siga extendiéndose) no tengo una conexión a internet estable y decente, lo que significa que tengo mucho tiempo para reflexionar y escribir, pero no tengo los medios para publicarlos.
Quiero compartir una reflexión sobre algo tan típico y común como son los sentimientos.
A veces insultamos y hasta tratamos de rechazar lo que sentimos por las personas, esas a las que clasificamos “especiales” para nosotros.
Es demasiado normal, e incluso parte de nuestra condición humana, sentir cosas por alguien, porque hay tres cosas que el ser humano necesita (se acepte o no): respirar, creer en algo y socializar. Ciertamente no podemos escapar al hecho de querer hablarle a alguien, y más aún cuando sentimos algo por dicha persona, queremos conocerla más, lo que le gusta, lo que le disgusta, como es su vida, sus sueños, entre otras cosas. Casi siempre el objetivo es compartir esa información y luego unirse, buscando a un gran amigo/a (como “hermanos de otra sangre”) o una pareja. Es una gran experiencia tener una relación con otra persona, ya sea amistosa o amorosa, porque aprendemos de los altos y bajos, así de a poco vamos viendo como se fortalece el lazo.
Ahora, más allá de ese contacto “humano”, con Dios es igual (por loco que suene) es una relación donde uno conversa, conoce, aprende, se fortalece y es bendecido, una amistad eterna. Pero para llegar a ella está en uno mismo, reconocer al Padre en la vida y buscarle.
En fin, la amistad es lo mejor que hay, muchos sentimientos y experiencias se adjuntan a ella. Pero, pase lo que pase, siempre hemos de respetar y amar fraternalmente a nuestros amigos (y también a quienes no lo sean).
Saludos y hasta la próxima!