domingo, 31 de mayo de 2015

Somos ironía

¿Es acaso la vida una ironía? Camino entre las luces del mediodía o entre las sombras de la medianoche y me cuestiono, me cuestiono qué tan cuerdos (o qué tan locos) estamos para vivir una ironía, para vivir la sátira de nuestras propias vidas.
Vivimos diciendo sí cuando en realidad queremos no, vivimos sintiendo calor cuando tenemos frío, vivimos diciendo 'te amo' cuando realmente queremos estar solos en nuestro interior. ¡Vivimos cuando no queremos vivir! Nos levantamos para caminar un nuevo día, pero es nuestro mayor error.
Vivimos la ironía, la ironía es la esencia de nuestra vida. Hacemos las cosas por el "bien" de otro para nuestro propio beneficio. Exigimos libertad y escogemos por otros.
¿Y qué? ¿Qué hemos logrado luego de tanto esfuerzo? Luchamos contra nosotros mismos, lo que queremos hacer no lo hacemos y lo que no queremos hacer, eso hacemos.
Nos creemos los dueños de la ironía, competimos para ver quién ironiza más, quién lo hace mejor y al final son todos víctimas de su propia ironía, víctimas del absurdo 'sartreano'.
Ironía... aquello que nos hace humanos, nos hace falibles y nos da ese toque de incoherencia que vivimos cada día, a cada instante. Eso que nos hace esforzarnos por ser mejores, más certeros, más creíbles (aunque en verdad no sea lo que queremos), pero ahí estamos luchando para querer ser lo dueños de nuestras propias vidas, (dueños de las de otros también) sin poder siquiera con la mitad de la nuestra. Dueños de lo absurdo.
¿Es acaso la vida una ironía? Pues si me lo preguntan, ironía eres tú.