jueves, 7 de marzo de 2013

“Un poco más acerca de mí“

Corría una tarde común y corriente de otoño, cuando de repente algo se enciende en mi mente, algo que nunca antes me había ocurrido. Comencé a pensar en el futuro, a cuestionarme que sería lo que estudiaría dentro de unos años más, cuáles eran mis aspiraciones, en definitiva, para qué serviría mi vida. Fue entonces que lo conocí, un gran amigo, podría decir que realmente era eso a lo que podría llamársele “hermano de otra sangre“. No fue exactamente un guía que pudiera ayudarme con algún aporte sabio o algún consejo casi de un erudito para volver a encaminarme, pero sí fue un ejemplo de ánimo y perseverancia, ya que a través de su comportamiento podía ver su gozo interno, su amor por la vida, simplemente el mejor. Pero no me quiero quedar solo describiendo a mi amigo, sino que ir más allá. Al verano siguiente compartí la mayoría de mis días con este amigo mío. Caminábamos por la ciudad sin pensar en el mañana, pero conscientes de las repercuciones que nuestras acciones tendrían en nuestra vida a futuro. Fue un tiempo bastante bueno y aquí empieza mi historia.
Luego de ese verano tuve que volver a la escuela, corría el último año en la secundaria. Ya estaba en las últimas, debía decidirme, ¿Qué estudiar?
Transcurrió el tiempo y todavía no salía nada, me mantenía como un simple humanista que se esforzaba por conocer lo mayor posible acerca de grandes filósofos, memorizar la mayor cantidad de historia posible, elaborar extensos ensayos y lidiar con las asignaturas científicas que eran comunes para todos. Pero llegó el momento de decidir y no estaba claro, ¡¿Leyes, Psicología o Pedagogía?! Era complicado. Pero finalmente, por azar decidí por leyes, quizá algún día podría ayudar en los cambios que necesitaba el país y poder cooperar con el crecimiento intelectual que la población está necesitando.
Pero finalmente, no me es indiferente, porque sé que esta decisión será una marca pesada en mi futuro, lo importante es que tenga pasión por mis ideales, acompañado por el respeto a los otros ideales, buscando siempre el común acuerdo para que la sociedad crezca hacia un futuro mejor. Realmente no podría haber llegado a pensar así si no fuera porque mi amigo me inspiró con su alegría y su forma de ver el futuro pensando siempre en el presente.