sábado, 18 de octubre de 2014

Carta al Viejin

Hola, ¿papá? ¿estás ahí? Uff... tantas cosas que contarte, tanto tiempo sin verte. Créeme, es difícil acostumbrarse a vivir sin ti. Se te extraña por estos lados, bastante, y en el otro lado de la cordillera, ya se te extrañaba, así que imagínate ahora. Las lágrimas se quieren asomar mientras escribo estás letras para ti, pero he aprendido a retenerlas en ocasiones, ¿por qué? No sé, pero aprendí un poco de las cosas que solías decir, como "no llores sobre la leche derramada", y sí, pensé que no lloraría más después de aquella semana del 13 de mayo... pero no ha sido así, estás ahí presente constantemente en mis recuerdos, en mi corazón. Es estúpido mencionarlo, pero obviamente no puedo enterrar los recuerdos, no puedo enterrar todos esos momentos que viví junto a ti y seguir así sin más, construyendo esta nueva vida que se presenta. Viejín... pucha que te extrañamos, que te extraño. He aprendido a hacer muchas cosas ahora que me encantaría haber compartido contigo. Lástima haber empezado tan tarde, que ya no estés aquí para esto, pero creo que heredé tu gusto por la cocina y por ahí dicen que le pego a la cosa. Conocí a una chica, y ya cumpliremos cinco meses, te hubiera encantado, es muy sencilla, linda y tierna. Y ha sido un tiempo fenomenal junto a ella. De verdad que te hubiese agradado mucho.
Tu cumpleaños se acerca, el primer aniversario de tu nacimiento sin ti. Que difícil. Cuánto te amo viejo. No fueron fáciles los últimos días que estuve contigo, empezando por todas esas horas esperando en el hospital para que nos dijeran que era un mísero quiste. Tu salud empeoraba y luego, teniendo que lidiar conmigo y mis sentimientos revolucionarios contra algunas autoridades. En eso quedamos, en eso quedamos... Hice las cosas que me pediste, pero ya era tarde. Ya era tarde, porque ya no estabas.
Sí Viejín. Sí papá. He crecido bastante, otro crecimiento de golpe más para la lista. No ha sido del todo oscuro, pero no es lo mismo sin ti, sin tus palabras, sin tu apoyo, sin tu compañía, sin ti uniendo más esta familia que formaste junto a mamá. Quizá no leas estas palabras jamás, pero aquí están, esperando algún día ser pronunciadas. Te amo papá y estés donde estés, te mando un fuerte abrazo. He aquí tu hijo que te ama, te admira y te extraña.
Nico...