Semanas Aburridas

Existen esas semanas en las que no pasa nada, absolutamente nada. Son más aburridas que chupar un clavo oxidado y sigues permanentemente la rutina, cumpliendo todo al pie de la letra. No hay margen para el error y todo debe ser de forma redonda.
La verdad, es que no me gustan estos círculos viciosos, donde todo es monótono y se actúa como robot de alguna red de ejércitos mecánicos y toda esa parafernalia inventada en las películas de estos tiempos.
Agota mucho el hecho de vivir así, sin emociones, siempre lo mismo, nada es distinto, solo lunes o domingos. Una vida sin emociones, sin originalidad, sin cosas fuera de lo común, es simplemente ser esclavo de un sistema que no permite la diversión, la libertad y los descansos. Estar atado al trabajo solo por el hecho de llevar en el bolsillo un "smartphone" conectado al correo electrónico de la empresa o que en la escuela te llenen de tareas y trabajos el fin de semana o en vacaciones de invierno.
Es bueno (y creo que demasiado bueno) salir un poco de la rutina, esa estresante lista de tareas diarias y monótonas, y hacer cosas diferentes, salir con alguien, regalar una flor, pasear por horas y horas en la playa, en un bosque o en una laguna, andar en bicicleta o viajar fuera de la ciudad un fin de semana, ese es el punto, hacer cosas que no estén en esa lista de tareas que pareciera no terminar nunca.
En fin, los invito una vez más a cambiar, a darle color a la vida y no vivir en ese infinito blanco y negro que nos atormenta y agota cada día. ¡Arribo el ánimo!
Saludos y hasta la próxima!