sábado, 15 de noviembre de 2014

A veces se nace en el tiempo equivocado

A veces se nace de costado, a veces acorralado. A veces se nace en el tiempo equivocado, pensando como hace 40 años, pero en el siglo presente. Quizá 50, 60 o 70, en verdad, un siglo atrasados.
A veces se nace en el tiempo equivocado, buscando y hallando o encontrando sin buscar o buscando sin hallar. Hablamos sin escuchar, pero cuando escuchamos no hablamos; estamos en un mundo desequilibrado.
El tiempo equivocado, donde el mañana es hoy, el hoy fue hace algunos años, ¿y el ayer? El ayer es historia, una historia que nadie quiere escuchar. Perdimos la sensibilidad, la capacidad de soñar y, a veces, creemos haber nacido en el tiempo equivocado, con los compañeros equivocados, viviendo una muerte lenta, o una vida vacía, creerse en el lugar incorrecto...
Pero no se nace en el tiempo equivocado, sólo se nace, se nace, se crece, se reproduce y se muere. Al menos así, de simple manera, lo explica la biología. Pero falta algo: se siembra, se planta, se cosecha, se cosecha en el momento indicado, en el lugar correcto y en el tiempo más indicado.
Pero seguimos creyendo que, a veces, se nace en el tiempo equivocado...

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