domingo, 24 de junio de 2012

Identidad

¿Quién eres?
Dejaré esa pregunta ahí, mientras lees este tema y analizas un poco tu vida, tu pasado, tu presente y tus acciones diarias.
Es normal que lleguemos a un punto en la vida en el que nos preguntemos quiénes somos, a qué vinimos, cuál es nuestro destino y por qué soy como soy. Todas estas preguntas se engloban en el concepto de identidad. La identidad, según la RAE es un conjunto de rasgos o informaciones que individualizan algo y confirman que es realmente lo que se dice que es. Según esta definición de identidad, nuestra identidad está basada en las cosas que hemos vivido, en nuestros gustos y en nuestras acciones para formar una persona diferente a las demás. También se utiliza para hablar de igualdades, como las "identidades sociales", donde se engloba a cierto estándar de personas que son parecidas en sus actitudes, formas de vestir o gustos. Pero todo esto solo son tecnicismos, y ya el día a día nos atormenta con estos, yo no vine a hablar de teorías ni significados.
La identidad se va (de)formando a lo largo de la vida, con lo que las personas dicen que hagamos, lo que dicen que somos y finalmente con lo que llegamos a pensar de nosotros mismos como personas. Podemos ir más allá aún, eso es muy poco. Al final de cuentas la sociedad y las personas no nos definen la mayoría de las veces lo que es la identidad, para qué sirve y en qué afecta el conocer y formar una identidad fija en la vida. Esto da el significado a tu vida, por eso se deforma, porque cuando uno nace, nace distinto a cualquier otro ser humano habido y por haber, por más que se le parezca a otro o tenga un gemelo, todos son distintos. Simplemente es cosa de verse la huella dactilar para descubrir esta verdad, no hay un "clon natural" en otro lado del plano terrestre. Pero, a veces pareciera que sí, ya que se deforma tanto la identidad original de uno que termina pareciéndose casi perfectamente a otra persona, a la que uno idolatra, sigue o se junta mucho con uno. Esto influencia nuestra identidad, haciéndola desaparecer de a poco, volviéndonos seres grises, todos iguales aparentemente, en el pensar y en el hacer.
Pero, por el contrario, fomentemos la diversidad, porque así nos enriquecemos unos con otros, con los distintos dones y talentos que cada uno tiene, para aprender y compartir día a día esas cosas que nos ayudan a seguir en la vida. Los invito a examinar sus corazones, a dejar de pensar en sí mismos y pensar en los demás que a veces son afectados por nuestra falta o muy pronunciada identidad. Seamos buenos ejemplos para las siguientes generaciones, fomentando una buena educación y principios que nos ayuden a cada día ser mejores y no a degenerar todo lo que ya se ha construido. Busca tu identidad en la raíz y no en los tallos que a veces crecen a nuestra par.
Saludos y hasta la próxima!

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